Te quiero,
Eres hermosa e inteligente,
me estremeces.
Te quiero,
En tus abrazos grises,
en tu inconsciente desquite,
en las palabras que callas
y aquellas que aun me dices.
Te quiero,
tan estúpidamente,
que después de escribirte mil cartas,
un poema
y un cuento,
sé que no hay nada que decirte.
Eres hermosa e inteligente,
me estremeces.
Te quiero,
En tus abrazos grises,
en tu inconsciente desquite,
en las palabras que callas
y aquellas que aun me dices.
Te quiero,
tan estúpidamente,
que después de escribirte mil cartas,
un poema
y un cuento,
sé que no hay nada que decirte.
Me encantó el final... Cuando muere un sentimiento, también suelen morir las palabras...
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